by xarxatic |
Estos últimos tiempos he tenido la posibilidad de coincidir con ex alumnos de algunos de esos docentes que tan en boga están entre los que nos movemos en las redes sociales. Personas que han comentado libremente su experiencia con alguno de esos "héroes del 2.0 educativo". Personas que han cuestionado, mediante diferentes ejemplos, qué ha supuesto para ellos la experiencia de ese encuentro (según ellos, más bien desencuentro). Cuestionando la experiencia en las redes. Cuestionando que lo que venden sea lo que ellos aplican en sus aulas. Planteando si no sería bueno que se planteara un análisis global de los personajes que nos inspiran a más de uno.
No tengo muy claro si la red muestra la realidad del personaje. Ni tan sólo si la capacidad del personaje está acorde con la realidad de su día a día. Hablar de Educación sin una experiencia positiva (que, no por ello, es más o menos válida) es algo que obliga a cuestionarse muchas cosas.
Juzgar a un docente por los comentarios que realiza en las redes es muy arriesgado. Juzgar su profesionalidad por la verborrea o la capacidad de atracción que tenga hacia su persona es algo demasiado poco objetivo. Ser capaz de sentir empatía por alguien con independencia de su faceta más profesional (en el aula o en determinados servicios educativos) es algo que nos está permitiendo la subjetividad de las redes. Que alguien me caiga más o menos bien no dice nada de cómo esa persona se enfrenta a su día a día laboral. Que la misma sea capaz de soltar gran cantidad de peroratas o citar a gran cantidad de personajes tampoco lleva inherente su capacidad profesional. Una capacidad profesional demasiado difícil de juzgar objetivamente.
Los alumnos creo que son quienes más capacidad tienen de juzgar. Son los que han sufrido (en sentido positivo o negativo) la faceta más profesional de ese docente que está en la red. Eso sí, siempre tomando esa perspectiva en clave personal. Algo que es muy difícil de extrapolar. Algo que, más allá de impresiones, es imposible de cuantificar. Analizar a alguien sin disponer de todos los datos es sesgar demasiado una información importante.
Creo que conviene pararse a reflexionar. A tomar con pinzas lo que se publica en la red. A analizar las experiencias dentro de un contexto más global. A sentarse bajo un árbol a esperar que caiga esa manzana.
Hay docentes excelentes en las aulas y otros trabajando en aspectos relacionados con el sistema educativo. Hay docentes de los anteriores que están y otros que no (ni se les espera) en las redes. Es por ello que antes de encumbrar al altar o echar a las fieras a alguno de esos héroes creo que conviene analizarlo con una perspectiva mucho menos pasional.
[box] Artículo dedicado a todos los alumnos que he tenido a lo largo de estos quince años. Espero que, como mínimo, alguno guarde buen recuerdo de la experiencia.[/box]
No hay comentarios:
Publicar un comentario